Wednesday, January 19, 2011

Brindo con la séptima ya esta

Fue un éxito, pedí mi séptima copa de tinto. Con cara de bobo y con tono de gringo wevon ¿Can I have some wine please? la mirada incauta del aeromozo, se levanta de su cómodo asiento, esculca entre cajas, obligado abre una botella y me sirve la séptima. Aquí pierde la aerolínea, pensé. Con una sonrisa de gringo wevon le digo “thank you so much”. No podía negármela la gonorrea. Además lo deje vacunado con su “Tu chinga tu madre” por si osaba juzgarme. Con la séptima copa es un hecho, Lufthansa es la aerolínea numero uno en mi lista. Desde hoy en adelante buscare mis viajes transcontinentales por esta aerolínea. No aceptare imitaciones.
Lo mas chulo de viajar al oeste es poder presenciar el eterno atardecer. Desde que despegamos el sol sigue tratando de esconderse. Quedan el manto estelar de sus rayos, caduco como todos los días. Ni yendo a full a 505 mph pudimos salvarlo. ¿Quién lo mato o como murió? La sangre del sol mancha el firmamento; yo me empapo el paladar de tinto. Por allá en la mas remota esquina de mi imaginación vislumbro una idea cubierta de purpura-anaranjada. La imaginación y sus trucos me la tiro de detective forense. Nada vositowey… el A380 va de tras los rastros de los asesinos; la noche se convierte en la principal sospechosa. Es inútil che-gwey quizá deba decirle al piloto que desista de empujar al A380, me respondo a mí mismo. Nadie lo sabe pero yo lo diré, el sol es bipolar y se corta los rayos. Todo un drama. De nada sirve la oscuridad seduce a las ultimas nubes para que no digan quien fue. No habrá octava porque con la séptima ya esta.

Tuesday, January 18, 2011

@ Vuelo LUH 142 - MUC to ORD

Coñac straigth y el A380 detrás de un atardecer que parece no querer morir. Así son los viajes de regreso cuando se realizan desde Europa. Los cambios de horarios, el posicionamiento global, la contingencia del viaje permiten presenciar la muerte del sol entre las nubes de una manera infinita. Tan verraco evento puede ser prohibido por el capitán de la nave que ordena cerrar ventanillas para que puedan dormir los turistas. Damn you people.

Mi regreso a las Américas va de bien a más. Siguiendo las tradiciones de Lufthansa airlines pude ponerme al tanto con vinito y ahora me posiciono entre las nubes con un Coñac straight. Aprendí rápido las tradiciones de esta aerolínea europea solo me tomo un viaje. Lo más rico de todo es que me vale madre todo. Saberme entre gente me hace sentirme invisible siempre y cuando no tenga interacción con nadie. Para el curioso escribo acompañado de música trip-hop y por supuesto con mis Bose QC16 noise cancelling headphones escucho muy poco lo que la gente parlotea.

La cabina se alborota con el duty free y las necesidades de los estómagos. Unos duermen o tratan porque dudo que se pueda dormir en economy class. De algo estoy casi seguro todo se puede en economy class menos dormir.

Mi madre siempre me dijo que le hubiera gustado ser aeromoza. Me lo decía cada vez que viajábamos. Con el tiempo esta querella fue traducida a lo siguiente, “¿porque naciste y porque chingados me case?” Ahora con tantas horas de viajes no sé si mi madre hubiera podido ser azafata. Por lo general son lesbianas, cougarish looking y despliegan una infelicidad que hasta da miedo. Las únicas raras son las lolitas que Ryanair tiene en su flotilla, y que son unas boludas. A mí en lo particular no son de mi agrado. Eso de servir al cliente en espacios cerrados solo puede ser llevado a base de hipocresía. Sonríe, dale y después mentare la madre. Simpatizaba con ellas, sin embargo, por el hecho de que trabaje en restaurante por nueve años y me amargo el simple hecho de ver a los clientes comer y beber a full mientras yo les serbia. Motivo principal para huir de ese pueblo, cursar estudios universitarios, realizar sueños contra corriente; el tiempo paso y me puso en mi lugar y mírame ahora tirándomela de cliente. Buena suerte, bendición, esfuerzo… esmero, voluntad, visión… les cuento.

Monday, January 17, 2011

@ At MUC – Controles de seguridad

Tenía gran expectativa llevar a cabo una expedición por la terminal del Munich Franz Josef Strauss Airport, encontrar un bar para tomarme la última cerveza en tierras teutonas y desayunarme uno de esos salchichones bañados en mostaza. El avión aterrizo sin contratiempos, desabordar fluyo rápidamente, pero justo antes de entrar a la terminal nos encontramos con la puerta de cristal cerrada. Después de una larga e irónica espera se nos dio entrada. Mirar hacia los televisores para buscar la puerta de mi vuelo fue lo primero que hice. En la sala H, puerta 8 y sin demoras. ¿Dove la sala H? … hasta apreté el paso para llegar a tiempo supuse que no había Tren Airlink y si había no podía perder el tiempo en buscarlo. Además mi prioridad era tomarme la ultima cerveza oficial.

Cuál sería mi sorpresa que contrario al Frankfurt am Main Airport (FRA), el Munich Franz Josef Strauss Airport (MUC) consta de una serie de obstáculos que impide a uno moverse con facilidad entre las salas G y H. Me refiero a los controles de seguridad. Hechos de paranoia total, con líneas larguísimas; Alemania perfeccionista y eficiente mostraba su miedo al terrorismo. ¿Qué no mamen? Control de pasaporte para todos los que van a la terminal H. Negros, chinos, moros y los sin raza a un lado please, atención al cliente especializada. Mientras el europeo y gringos fluían por los controles. Después de casi 30 minutos me toco mi turno, tres palabras, cara de fastidiado, un “hello”, un “thank you,” y un “tu chinga tu madre” quedito. God bless America. Next…

Perdí 30 minutos lo que equivale a dos cervezas. Mas aparte el pasillo de la sala H era una autopista de hormigas, me toco métele zapato… Seguía con la mantra “en cuanto pille la puerta del avión me voy por una cerveza” Sorpresas te da la vida, pare, deténgase, pasaporte y pase de abordar please… ¡Shinge a su! Otra línea, otro control, confusión total. Claro quién se espera otra revisión después de haber pasado una muy cabrona y encima a punto de perder el vuelo. No pasa nada la gente de Lufthansa filtrando a los pasajeros que podemos viajar en aviones gigantes. ¡A pues que chingon! pensé. En breve me halle en frente la puerta H-08, el A-340 ya estaba estacionado, la gente lista a bordar. No hay tiempo supuse, voltee a todos lados en busca de un bar pero solo encontré enfrente de otra línea.

Adiós cerveza, adiós Europa… que mundo tan cruel. ¡Chale son mamadas! Nada mas de los mismo, laptops out, shoes off, belts on the basket please. Revisión antes de abordar el avión, con manoseo incluido. “Me cago en la puta que me p…” Security check a la alemana. Uber eficiente cuidando cada detalle de la revisión. Como si estuvieran viendo película pornos en vez de x-rays. La súper cámara acaparo toda la atención. Encienda la cámara, no vaya hacer una bomba, que bonitas fotos vengan a verlas dice el guardia, y tenes a todos los demás viendo mis fotos. Ejem, ejem… es obra exclusiva de colección gonorreas. En fin fui uno de los últimos en abordar.

Sunday, January 16, 2011

@ Vuelo LUH 1180 - BCN to MUC

Volar en Lufthansa creo que fue el mejor acierto de mi viaje (Transcendencia #2). Creo que la pondré arriba de Virgin America por el simple hecho que bebes booze y cerveza alemana ¡gratis! Me importa poco el trato al cliente, el tipo de avión o las demoras. Es primordial que te sirvan un buen trago sin cobrarte un solo centavo para poder idealizar el porvenir, leer y caer victima de la escritura.

Volví a leer mi novela-biblia-like rusa, a re-encontrarme con los Karamazov y el gran logro literario de la novela dostoevskyiana. Toda esta lectura me ha hecho volver a mis conclusiones de mi viaje, Transcendencia Deux. Nada del otro mundo simple y sencillamente he puesto en el horizonte un mejoramiento de operaciones que irán leyendo en el Diario de lo Irremediablemente Cotidiano. Es tan satisfactorio viajar, deambular y pensar y concluir que mi vida va a full, que la sigo rompiendo pese estar todavía en el rollo del Der Vorgang (lease este blog). Tendré por menores cotidianos porque estoy integrado a la sociedad, toca porque sin la oficina portátil tendría algo difícil (mais n’est pas impossible) gastarme el cuerpo, mente y espíritu tal y como vengo haciendo desde hace tiempo. Sin embargo (de un However pragmático) saber que el gran experimento funciona es hasta ahora mi gran merito. ¡No se permiten aplausos con que yo sepa es más que suficiente! Quien ose reprochar mi método será desmantelado con mi silencio. Por esta misma razón no acepto/aceptare criticas de nadie y menos de personas talentosas ahogadas en su malogro. Agréguese al miembro de la familia cuya opinión, prejuicio e envidia será nulificada por las leyes del nihilismo (ósea que no tendrá ningún valor y por lo tanto no existirá respuesta aunque ellos piensen lo contrario).

Este vuelo aterriza pronto, atizo las últimas letras y punto y aparte. Me comprometo a seguir esmerándome a transcender así sea sin avión.

Salas de espera y puertas de abordaje @ El Prat (BCN) Sala B

Alguna vez de niño me fascinaron las terminales de autobuses, el ir y venir de los viajeros por las salas de la Terminal del Norte, los ómnibus estacionados por orden a sus respectivos nombres. Los diferentes destinos a la republica mezzicana, y yo siempre viajando a donde mismo. Aun así me fascinaba poder treparme al ómnibus y sentir el viaje hacia aquel mismo lugar que mi madre nos llevaba. En aquel entonces no sabía nada de aviones, los veía cruzar el cielo con desinterés no por su imposibilidad sino porque lo mío eran las terminales de ómnibus. Ahora me ocurre lo mismo en los aeropuertos claro, soy una persona adulta y no puedo tener los fanatismos de cuando chico. Gozo de un par de excentricidades que me lleva a experimentar los aeropuertos de una manera extraordinaria. Además declaro aquí entre nos que viajar sin mi mama y mi hermano resulto ser exitoso. Se me viene el recuerdo la última vez que viaje con ellos, la intransigencia de mi madre versus la rebeldía vengadora de mi juventud, gano mi mama como siempre pero el tiempo no puso a cada quien en su lugar. Fue fácil heredar el modelo de la libertad de mi madre claro ser hombre ayudo pero también fue necesario adquirir características de anglosajon, métodos existencialista fraco-aleman; y claro poder haber ampliado el vale-madrismo chilango que a muchos les da miedo emplear para triunfar de alguna manera u otra. Solamente así podría llevar la visión de mi madre a mas de 38 mil pies de altura y hacerlo transcontinental. Me Salí fuera de contexto practicar no te hace perfecto

@ El Prat (BCN )Sala B

No he tomado café. Mi americano yace sobre la mesa humeando como un volcán el maldito. Despilfarrarlo por un descuido sería catastrófico para mis blue-jeans europeos made in Bangladesh. Estoy sentado en la sala B esperando mi primer vuelo a Munich. Vuelvo hacer escala en Alemania con tanto que me maravilla esta gente. No quedamos bien después de haber pagado 8 euros por una hora de WiFi. Del MUC un Airbus 380 se encargara de llevarme a Chicago y luego a LAX… y después queda por descubrirse en donde termino ¡póngale ojo pues!

Entre en la espera en el aeropuerto, la faceta del viaje que más me gusta e intriga dependiendo que tan cafeínado o embriagado este. Abandonadas quedaron las Carrers por donde anduve, sitios que frecuenté, y gente con quien intercambie opiniones. No serán más parte de mi realidad. Olvidare mayor parte de mi viaje porque siempre dispongo de nuevas experiencias. Caos, crisis… y otro acto de liberación del ser mediante una transcendencia nueva. Tengo una extraordinaria habilidad de olvidar cosas por eso Barcelona se mantendrá virgen, una ciudad sin haber visitado porque si me preguntas que lugares visite difícilmente podre explicar cuáles. Solo cuando visite sus Carrers otra vez (que en realidad espero que nunca) volveré a extraviarme y recordar entonces mediante el eco de mis pasos que he dejado. Es una bendición no tener memoria de elefante porque así puedes gozar las cosas una y otra vez como si fuera la primera vez, pero más importante el ser olvidadizo permite saber perdonar.

Friday, January 14, 2011

Los últimos pasos tun-tun

Hoy camine por última vez por Barcelona. Concluí que no regresare aunque en realidad me gustaría tener por hecho que jamas volveré. Pero soy débil. No es fácil olvidar a la ciudad que más he caminado y sabe tanto de mi. Seguro me dejare seducir y cuando menos piense me encontrare caminando sus carrers. Mañana volverá a ser historia. La primera vez vine por pura ignorancia y atrevimiento. Después regrese como existencialista de Mac-Donald’s, y años más tarde como pseudo-escritor y recién como fotógrafo amateur.

Conozco alguna de sus calles por el eco de mis recuerdo. Difícilmente podría decir exactamente en donde estuve hoy. Se, sin embargo, que buscaba el Barrio Gótico pero jamás lo encontré. Intento numero 10 a la estadística personal. Termine dando cinco vueltas a la Barceloneta como imbécil. Como mis viajes son a ninguna parte no me importo tanto. Entendí que mi viaje concluía en ese momento. Saque dos o tres fotos con las súper cámara, y di por terminada la tarea de fotógrafo-amateur. Que sepa el mundo que aunque no tenga talento como mis amigos selectos al menos le hago la lucha ¡no me dejo pues!

Ahora en medio de este silencio, siento exaltación por el momento que vivo. La emoción de regresar al aeropuerto, abordar, despegar –sentir la ingravidez desde el asiento 53c. La viva voz de Cerati a 60 mil pies de altura. El caos de la nada durante 9896 kilómetros. Otras 24 horas de vuelos con tres escalas que me sabrán a gloria porque el programa de Frequent Flyer si funciona.

Thursday, January 13, 2011

@Travelers Bar muy cerca de la Rambla

Inicie mi viaje de nueva cuenta. Terminados los pasos y conquistado los fríos, el nuevo amanecer anuncia el comienzo del retorno, el mismo fin de mis viajes sin propósito o dirección.  Llegué, deambulé, pensé y me fui.  El sendero del último trayecto aparece ante mí. Sonrió ante la magnífica obra de mi viaje Frequent Flyer. El hat-trick, balón de lata, el pichichi de indecisiones; el gran triunfo de haberle roto la madre a la rutina, haber hecho del tiempo un artefacto sin días y horas.  Solo me intereso saber las fechas de mis Conference Calls y por supuesto el destino de mi regreso a casa. Muy pronto! El gran logro de siempre,  seguir librando la batalla… saber que soy parte de la esclavitud pero que no soy un esclavo más. Mis secretos los conoce el mundo entero. Mis amigos selectos saben cómo me las gasto, y los desahuciados envidiosos conocen mis contradicciones. Y pese a tener el libro abierto y el método en el internet nadie osa atreverse… es fácil idealizar el viaje pero tan difícil comprar el billete de avión o autobús. Ni habiendo burros voladores la gente se aventuraría a ver otras culturas, a ser tratado diferente, a comer algo distinto… Peor hayarse solo en una ciudad donde nadie te conoce o quieren conocerte. Y ahora con la televisión de alta definición y el iPhone es muy difícil. Mas aparte habra mas de uno que confunda las vacaciones con el viaje.

Reconozco el hecho de que todavía hay más mucho más. Mi error de siempre es querer volver donde ya estuve. Considero que sufro de una falla de origen cuando veo las posibilidades del viaje. Me gustaría poder hacer juicio y prohibirme rotundamente caer víctima del eterno regreso. Viajar a otras partes que requieran gran uso de mis sentidos. Sé que podría hacer ese cambio porque soy rígido conmigo mismo, peco de insatisfecho y permanezco en búsqueda constante.


Termino mi vermut en las rocas, ya me dio hambre otra vez. Mi cabeza termina de idealizar mi eterno retorno SoCal aunque antes tendre otra escala para sacarme este frio de mi piel, y volver a poner el arroz a cocer.

Saturday, January 1, 2011

Frankfurt City Centre – Aventura en el S-BAHN

Como decía anteriormente me encontraba tomando una café “dentro” del aeropuerto. Me levante porque la tripa mayor gruñía con tanta intensidad que no tuve más remedio que desalojar el café y buscarme el baño más cerca. Esto de cagar en los aeropuertos es un fenómeno simplemente no se me da. No me la creía que había cagado como si fuera mi casa. Tampoco me creía la idea magnifica que tenía en mente. Siete horas me parecían suficientes para aventurarme en las calles frías de Frankfurt, sacar la 50D y ver que podía fotografiar. El problema era el idioma pues no parlaba nada de alemán y además mi plan no era visitar ciudades sino vivir en el aeropuerto. Pero el reto me pareció magno y digno de ser vivido, así que me pareció conveniente buscar la manera de escaparme. Deje mi maleta de la computadora encargada, y me lleve la bolsa con la cámara. Claro que faltaba saber cómo irse a al centro de la ciudad. En realidad la vez que estuve acá fue en condición de hombre fantasma. Tenía un vago recuerdo de cómo había llegado aquí y como me había regresado a Frankfurt después de haber huido de Viola. Tan malo era mi olvido. Me di cuenta que de mi ineptitud cuando trate de comprar un boleto de metro (andele güey pensabais que andabas en Londres) incluso ni me acordaba que acá estos güeyes le dicen Bahn al sistema colectivo metro or subway para que me entiendan. Pues amen a donde debía ir y amen como comprar el triste billete de das Bahn. Y ni modo de preguntar aquí no hablaban portugués, no que supiera pero al menos había comprobado en Brasil que podía usar mi italiano mocho para encontrar lugares. Tampoco podía montarme en un taxi y pedirle que me llevara al centro no tenía tanta plata. Recuerden que andaba de viajero de Frequent Flyer. Total volví al modulo de información, pregunte con mi cara de pendejo como llegar centro de la ciudad. Me dijeron como, pero debo confesar que escuchar y luego leer los nombres de las estaciones de das Bahn termina confundiéndome más. Agréguese mi dislexia, mi ADD o mi inhabilidad de hablar alemán ni modo de chingarme un smurf. ¡Para nada! Me la rife fui a la máquina de billetes y compre el pasaje a donde… no sé... solo sabía que tenía que bajarme Hauptwache anda saber que significaba. No traía diccionario che… yo debía estar en el aeropuerto y no acá en la estación del das Bahn cagándome de frio. Decidí recordar “wache” para saber donde bajarme, pues nada cabroncete que tres estaciones terminaban en “wache” y aparte al conductor no se le entendía ni madre. ¡Panic attack, instinto chilango me la pelan putos y pues ahí estas! Me baje en la estación que debía bajarme, salí de la estación del metro (que no es das Bahn shingaou) y ahí estaba el centro de Frankfurt. Ahora si cabrona –me dije a mi mismo- traigo cámara y te voy a sacar fotos. Vindicación total hacer paz con el pasado, darle sepultura a mi espíritu muerto acá estuve pero camine muerto, no sentía che, me la había bancado por Viola y una crisis termino todo. Igual acá estaba valiéndome madre, con la cámara en mano y dispuesto a todo.

Frankfurt am Main or Rhein-Main-Flughafen - Los teutones

Me gusta pasar por Alemania. Me caen bien esta raza. No entiendo nada de alemán y lo único que puedo escribir, decir, y entender es Ich bin que en porteño significa, Sho soy y en mesicuarro Yo y miguelito. Se sabia entre viajeros y tanto emigrantes que los alemanes eran muy fríos y soberbios; esto a mi me había dejado de intrigar desde que categoricé a la gente común y corriente como borregos, y más a estos güeyes tatara-nietos de Kant quien introdujo la sistematización de ideas y del pensamiento moderno. Én tout cas, yo era mas mamon y seguía los principios del “tu chinga tu madre” así que en lo personal podían ser mudos pues no tenia interés por conocerlos tampoco. Si me hayase en las calles de una ciudad alemana comeria en un restaurante turco o italiano porque yo no le entro a las salchichas. Solamente les pedía que siguieran fabricando el Volkswagen, y por supuesto, siguieran innovando el GTi. Además como querían que les aceptase como “gente shingona” si cobraban 8 euros per un hour para conectarse al WiFi además de no facilitar al viajero con electrical outlets para recargar sus electrónicos, ¡qué no mamen pues!

Frankfurt am Main or Rhein-Main-Flughafen – Por aqui ya habia pasado antes - Segafredo

Baje del avión sin prisas. Tenía 10 horas para hacerme güey o buscar la fuente de la juventud. Sin embargo terminaría reencontrándome con unos de mis viejos fantasmas. Me consideraba un hombre de experiencias, siempre dispuesto a tener altos riesgos emocionales, me exigía vivir una serie de eventos dignos de ser contados si deseaba seguir con el trámite de la vida borregüil por eso no recordaba mucho de mi pasado –igual podría hacerme pendejo ¿verda?. Mi vida siempre cambiaba, dejaba la piel en todo lo que hacía, destruía, buscaba y re-construía… Por eso me llevaría casi dos horas recordar que por aquí ya había pasado antes. ¡Cual fue mi tristeza recordar tan mísero evento! Tragedia, desolación, angustia… Era épocas del sexto año olímpico cuando en este aeropuerto pude encontrar el infinito del cielo para huir lejos de Viola. ¡Jesus Maria y Jose...! Escribo y recuerdo. Recuerdo y me lamento.

Me senté en un café Segafredo (un Starbucks italiano pues), ordene un doppio espresso, un muffin de chocolate y una agua espumante –cortesía de la casa ¡a wefo! Me tire varios suspiros para sacar el anciano recuerdo, hacer paz con los fantasmas del pasado y mirar hacia enfrente. Había cosas más importantes de que preocuparse cual eran buscar una conexión WiFi y donde cargar mis electrónicos.

El viaje en el vuelo LH457 – Aerolineas Europeanenses de Capital Variable y Sociedad Anónima

Bueno… bueno… no se… Yo el viajero que viajaba con Frequent Flyer boleto de avión, el pelotudo de mierda que tenía el negocio en crisis, el gato exiliado, y que debía estar sometido al Der Vorgang (véase diario Der Vorgang) aquí estaba situado en pleno viaje tomando tinto escribiendo a full este relato de viaje y encima comiendo un Salmon en arroz y espinacas. Además no me daba abasto con la sonrisa de la aeromoza teutona (de Alemania pues) que pasaba con botella de 3 litros de vino. Ni como hacer uso de mi fake German, la bicha me hablaba en inglés. ¿Would you like more wine? Y pues yo ni le decía nada solo sonreía y tocaba el vaso semi-vacio con mi dedo índice y chorréese tinto. Ahhh Dionisio me cae que eres la neta. Apremiaba a la stewarship con mi mirada y una torcidita de labios, sus ojos y sonrisa era su “you’re welcome” y pues me decía a mi mismo viva sho shingadamauder. Tan fácil que es comunicarse con las mujeres, ¡por dioos!

¡Y chequen el dato! Después de la comida las aeromozas avanzaron de fila en fila ofreciendo digestivos. Yo nada pendejo pedí un cognac straight. Ya estas alturas del viaje la tarjeta de crédito jamás seria requerida. Las gracias de la divina providencia, que buen pedo hasta el booz me salió gratis. Parecía mentira que seis años acumulando kilómetros estaban consolidándose en el vuelo de Lufthansa 457. ¡Qué fantástico evento!

El viaje en el vuelo LH457 – Peleas de codos

Siempre hay un trade-off en las decisiones que hacemos, y más siendo mi caso. Mi ultra lujoso asiento 30-i resulto estar situado detrás de una división, así que era reclinable. ¡A diantres! Claro que el pendejo sentado adelante si pudo y cuando decidió tomar la siesta casi destruye a la Chiquita (mi little bullshit computer pues). Mi experiencia en CopaAirlines me ayudo a solventar la situación y dije bueno… eso me pasa por pendejo. Y ni tan pendejo porque el tipo que tenía mi asiento (30-j) desesperado ojeaba las magazines de Duty Free Shopping porque suo Bicha dormía a pulmón abierto cansada de su acoso sexual. ¡Decadencia di macho totalmente! Y bueno además del problema de mi in—reclinable asiento tenía que lidiar con los codos de una niña retardada mental. Claro que después de analizar bien el conflicto de nuestros codos comprendí que la pendeja no era retardada mental sino una niña que estaba entrando a la pubertad. Daba el ancho de jovencita quinceañera, pero ya a las 33 millas de altura la pendeja se entretenía con el Nintendo DS. Juro que pensaba que era una retardada mental porque por mas que empujaba su codo fuera de la area de mi asiento 30-i, lo mantenía firme y no había como hacerle entender que se estaba pasando de lanza… la neta ¡shiale!

Cuando comió su comida especial, porque vegetariana salió, prácticamente me saca las muelas con sus codos. Fue ahí donde comprendi que no era retardada mental sino una chavita de 14 años que no tenia concepto del espacio propio. Le di shampu, pero tuve que empujarla para hiciera mejor de su espacio personal y no del mio. El padre ni se entero, porque la guerra de nuestros codos era a base psychological warfare.