Wednesday, January 19, 2011

Brindo con la séptima ya esta

Fue un éxito, pedí mi séptima copa de tinto. Con cara de bobo y con tono de gringo wevon ¿Can I have some wine please? la mirada incauta del aeromozo, se levanta de su cómodo asiento, esculca entre cajas, obligado abre una botella y me sirve la séptima. Aquí pierde la aerolínea, pensé. Con una sonrisa de gringo wevon le digo “thank you so much”. No podía negármela la gonorrea. Además lo deje vacunado con su “Tu chinga tu madre” por si osaba juzgarme. Con la séptima copa es un hecho, Lufthansa es la aerolínea numero uno en mi lista. Desde hoy en adelante buscare mis viajes transcontinentales por esta aerolínea. No aceptare imitaciones.
Lo mas chulo de viajar al oeste es poder presenciar el eterno atardecer. Desde que despegamos el sol sigue tratando de esconderse. Quedan el manto estelar de sus rayos, caduco como todos los días. Ni yendo a full a 505 mph pudimos salvarlo. ¿Quién lo mato o como murió? La sangre del sol mancha el firmamento; yo me empapo el paladar de tinto. Por allá en la mas remota esquina de mi imaginación vislumbro una idea cubierta de purpura-anaranjada. La imaginación y sus trucos me la tiro de detective forense. Nada vositowey… el A380 va de tras los rastros de los asesinos; la noche se convierte en la principal sospechosa. Es inútil che-gwey quizá deba decirle al piloto que desista de empujar al A380, me respondo a mí mismo. Nadie lo sabe pero yo lo diré, el sol es bipolar y se corta los rayos. Todo un drama. De nada sirve la oscuridad seduce a las ultimas nubes para que no digan quien fue. No habrá octava porque con la séptima ya esta.

Tuesday, January 18, 2011

@ Vuelo LUH 142 - MUC to ORD

Coñac straigth y el A380 detrás de un atardecer que parece no querer morir. Así son los viajes de regreso cuando se realizan desde Europa. Los cambios de horarios, el posicionamiento global, la contingencia del viaje permiten presenciar la muerte del sol entre las nubes de una manera infinita. Tan verraco evento puede ser prohibido por el capitán de la nave que ordena cerrar ventanillas para que puedan dormir los turistas. Damn you people.

Mi regreso a las Américas va de bien a más. Siguiendo las tradiciones de Lufthansa airlines pude ponerme al tanto con vinito y ahora me posiciono entre las nubes con un Coñac straight. Aprendí rápido las tradiciones de esta aerolínea europea solo me tomo un viaje. Lo más rico de todo es que me vale madre todo. Saberme entre gente me hace sentirme invisible siempre y cuando no tenga interacción con nadie. Para el curioso escribo acompañado de música trip-hop y por supuesto con mis Bose QC16 noise cancelling headphones escucho muy poco lo que la gente parlotea.

La cabina se alborota con el duty free y las necesidades de los estómagos. Unos duermen o tratan porque dudo que se pueda dormir en economy class. De algo estoy casi seguro todo se puede en economy class menos dormir.

Mi madre siempre me dijo que le hubiera gustado ser aeromoza. Me lo decía cada vez que viajábamos. Con el tiempo esta querella fue traducida a lo siguiente, “¿porque naciste y porque chingados me case?” Ahora con tantas horas de viajes no sé si mi madre hubiera podido ser azafata. Por lo general son lesbianas, cougarish looking y despliegan una infelicidad que hasta da miedo. Las únicas raras son las lolitas que Ryanair tiene en su flotilla, y que son unas boludas. A mí en lo particular no son de mi agrado. Eso de servir al cliente en espacios cerrados solo puede ser llevado a base de hipocresía. Sonríe, dale y después mentare la madre. Simpatizaba con ellas, sin embargo, por el hecho de que trabaje en restaurante por nueve años y me amargo el simple hecho de ver a los clientes comer y beber a full mientras yo les serbia. Motivo principal para huir de ese pueblo, cursar estudios universitarios, realizar sueños contra corriente; el tiempo paso y me puso en mi lugar y mírame ahora tirándomela de cliente. Buena suerte, bendición, esfuerzo… esmero, voluntad, visión… les cuento.

Monday, January 17, 2011

@ At MUC – Controles de seguridad

Tenía gran expectativa llevar a cabo una expedición por la terminal del Munich Franz Josef Strauss Airport, encontrar un bar para tomarme la última cerveza en tierras teutonas y desayunarme uno de esos salchichones bañados en mostaza. El avión aterrizo sin contratiempos, desabordar fluyo rápidamente, pero justo antes de entrar a la terminal nos encontramos con la puerta de cristal cerrada. Después de una larga e irónica espera se nos dio entrada. Mirar hacia los televisores para buscar la puerta de mi vuelo fue lo primero que hice. En la sala H, puerta 8 y sin demoras. ¿Dove la sala H? … hasta apreté el paso para llegar a tiempo supuse que no había Tren Airlink y si había no podía perder el tiempo en buscarlo. Además mi prioridad era tomarme la ultima cerveza oficial.

Cuál sería mi sorpresa que contrario al Frankfurt am Main Airport (FRA), el Munich Franz Josef Strauss Airport (MUC) consta de una serie de obstáculos que impide a uno moverse con facilidad entre las salas G y H. Me refiero a los controles de seguridad. Hechos de paranoia total, con líneas larguísimas; Alemania perfeccionista y eficiente mostraba su miedo al terrorismo. ¿Qué no mamen? Control de pasaporte para todos los que van a la terminal H. Negros, chinos, moros y los sin raza a un lado please, atención al cliente especializada. Mientras el europeo y gringos fluían por los controles. Después de casi 30 minutos me toco mi turno, tres palabras, cara de fastidiado, un “hello”, un “thank you,” y un “tu chinga tu madre” quedito. God bless America. Next…

Perdí 30 minutos lo que equivale a dos cervezas. Mas aparte el pasillo de la sala H era una autopista de hormigas, me toco métele zapato… Seguía con la mantra “en cuanto pille la puerta del avión me voy por una cerveza” Sorpresas te da la vida, pare, deténgase, pasaporte y pase de abordar please… ¡Shinge a su! Otra línea, otro control, confusión total. Claro quién se espera otra revisión después de haber pasado una muy cabrona y encima a punto de perder el vuelo. No pasa nada la gente de Lufthansa filtrando a los pasajeros que podemos viajar en aviones gigantes. ¡A pues que chingon! pensé. En breve me halle en frente la puerta H-08, el A-340 ya estaba estacionado, la gente lista a bordar. No hay tiempo supuse, voltee a todos lados en busca de un bar pero solo encontré enfrente de otra línea.

Adiós cerveza, adiós Europa… que mundo tan cruel. ¡Chale son mamadas! Nada mas de los mismo, laptops out, shoes off, belts on the basket please. Revisión antes de abordar el avión, con manoseo incluido. “Me cago en la puta que me p…” Security check a la alemana. Uber eficiente cuidando cada detalle de la revisión. Como si estuvieran viendo película pornos en vez de x-rays. La súper cámara acaparo toda la atención. Encienda la cámara, no vaya hacer una bomba, que bonitas fotos vengan a verlas dice el guardia, y tenes a todos los demás viendo mis fotos. Ejem, ejem… es obra exclusiva de colección gonorreas. En fin fui uno de los últimos en abordar.

Sunday, January 16, 2011

@ Vuelo LUH 1180 - BCN to MUC

Volar en Lufthansa creo que fue el mejor acierto de mi viaje (Transcendencia #2). Creo que la pondré arriba de Virgin America por el simple hecho que bebes booze y cerveza alemana ¡gratis! Me importa poco el trato al cliente, el tipo de avión o las demoras. Es primordial que te sirvan un buen trago sin cobrarte un solo centavo para poder idealizar el porvenir, leer y caer victima de la escritura.

Volví a leer mi novela-biblia-like rusa, a re-encontrarme con los Karamazov y el gran logro literario de la novela dostoevskyiana. Toda esta lectura me ha hecho volver a mis conclusiones de mi viaje, Transcendencia Deux. Nada del otro mundo simple y sencillamente he puesto en el horizonte un mejoramiento de operaciones que irán leyendo en el Diario de lo Irremediablemente Cotidiano. Es tan satisfactorio viajar, deambular y pensar y concluir que mi vida va a full, que la sigo rompiendo pese estar todavía en el rollo del Der Vorgang (lease este blog). Tendré por menores cotidianos porque estoy integrado a la sociedad, toca porque sin la oficina portátil tendría algo difícil (mais n’est pas impossible) gastarme el cuerpo, mente y espíritu tal y como vengo haciendo desde hace tiempo. Sin embargo (de un However pragmático) saber que el gran experimento funciona es hasta ahora mi gran merito. ¡No se permiten aplausos con que yo sepa es más que suficiente! Quien ose reprochar mi método será desmantelado con mi silencio. Por esta misma razón no acepto/aceptare criticas de nadie y menos de personas talentosas ahogadas en su malogro. Agréguese al miembro de la familia cuya opinión, prejuicio e envidia será nulificada por las leyes del nihilismo (ósea que no tendrá ningún valor y por lo tanto no existirá respuesta aunque ellos piensen lo contrario).

Este vuelo aterriza pronto, atizo las últimas letras y punto y aparte. Me comprometo a seguir esmerándome a transcender así sea sin avión.

Salas de espera y puertas de abordaje @ El Prat (BCN) Sala B

Alguna vez de niño me fascinaron las terminales de autobuses, el ir y venir de los viajeros por las salas de la Terminal del Norte, los ómnibus estacionados por orden a sus respectivos nombres. Los diferentes destinos a la republica mezzicana, y yo siempre viajando a donde mismo. Aun así me fascinaba poder treparme al ómnibus y sentir el viaje hacia aquel mismo lugar que mi madre nos llevaba. En aquel entonces no sabía nada de aviones, los veía cruzar el cielo con desinterés no por su imposibilidad sino porque lo mío eran las terminales de ómnibus. Ahora me ocurre lo mismo en los aeropuertos claro, soy una persona adulta y no puedo tener los fanatismos de cuando chico. Gozo de un par de excentricidades que me lleva a experimentar los aeropuertos de una manera extraordinaria. Además declaro aquí entre nos que viajar sin mi mama y mi hermano resulto ser exitoso. Se me viene el recuerdo la última vez que viaje con ellos, la intransigencia de mi madre versus la rebeldía vengadora de mi juventud, gano mi mama como siempre pero el tiempo no puso a cada quien en su lugar. Fue fácil heredar el modelo de la libertad de mi madre claro ser hombre ayudo pero también fue necesario adquirir características de anglosajon, métodos existencialista fraco-aleman; y claro poder haber ampliado el vale-madrismo chilango que a muchos les da miedo emplear para triunfar de alguna manera u otra. Solamente así podría llevar la visión de mi madre a mas de 38 mil pies de altura y hacerlo transcontinental. Me Salí fuera de contexto practicar no te hace perfecto

@ El Prat (BCN )Sala B

No he tomado café. Mi americano yace sobre la mesa humeando como un volcán el maldito. Despilfarrarlo por un descuido sería catastrófico para mis blue-jeans europeos made in Bangladesh. Estoy sentado en la sala B esperando mi primer vuelo a Munich. Vuelvo hacer escala en Alemania con tanto que me maravilla esta gente. No quedamos bien después de haber pagado 8 euros por una hora de WiFi. Del MUC un Airbus 380 se encargara de llevarme a Chicago y luego a LAX… y después queda por descubrirse en donde termino ¡póngale ojo pues!

Entre en la espera en el aeropuerto, la faceta del viaje que más me gusta e intriga dependiendo que tan cafeínado o embriagado este. Abandonadas quedaron las Carrers por donde anduve, sitios que frecuenté, y gente con quien intercambie opiniones. No serán más parte de mi realidad. Olvidare mayor parte de mi viaje porque siempre dispongo de nuevas experiencias. Caos, crisis… y otro acto de liberación del ser mediante una transcendencia nueva. Tengo una extraordinaria habilidad de olvidar cosas por eso Barcelona se mantendrá virgen, una ciudad sin haber visitado porque si me preguntas que lugares visite difícilmente podre explicar cuáles. Solo cuando visite sus Carrers otra vez (que en realidad espero que nunca) volveré a extraviarme y recordar entonces mediante el eco de mis pasos que he dejado. Es una bendición no tener memoria de elefante porque así puedes gozar las cosas una y otra vez como si fuera la primera vez, pero más importante el ser olvidadizo permite saber perdonar.

Friday, January 14, 2011

Los últimos pasos tun-tun

Hoy camine por última vez por Barcelona. Concluí que no regresare aunque en realidad me gustaría tener por hecho que jamas volveré. Pero soy débil. No es fácil olvidar a la ciudad que más he caminado y sabe tanto de mi. Seguro me dejare seducir y cuando menos piense me encontrare caminando sus carrers. Mañana volverá a ser historia. La primera vez vine por pura ignorancia y atrevimiento. Después regrese como existencialista de Mac-Donald’s, y años más tarde como pseudo-escritor y recién como fotógrafo amateur.

Conozco alguna de sus calles por el eco de mis recuerdo. Difícilmente podría decir exactamente en donde estuve hoy. Se, sin embargo, que buscaba el Barrio Gótico pero jamás lo encontré. Intento numero 10 a la estadística personal. Termine dando cinco vueltas a la Barceloneta como imbécil. Como mis viajes son a ninguna parte no me importo tanto. Entendí que mi viaje concluía en ese momento. Saque dos o tres fotos con las súper cámara, y di por terminada la tarea de fotógrafo-amateur. Que sepa el mundo que aunque no tenga talento como mis amigos selectos al menos le hago la lucha ¡no me dejo pues!

Ahora en medio de este silencio, siento exaltación por el momento que vivo. La emoción de regresar al aeropuerto, abordar, despegar –sentir la ingravidez desde el asiento 53c. La viva voz de Cerati a 60 mil pies de altura. El caos de la nada durante 9896 kilómetros. Otras 24 horas de vuelos con tres escalas que me sabrán a gloria porque el programa de Frequent Flyer si funciona.