Sunday, January 16, 2011

Salas de espera y puertas de abordaje @ El Prat (BCN) Sala B

Alguna vez de niño me fascinaron las terminales de autobuses, el ir y venir de los viajeros por las salas de la Terminal del Norte, los ómnibus estacionados por orden a sus respectivos nombres. Los diferentes destinos a la republica mezzicana, y yo siempre viajando a donde mismo. Aun así me fascinaba poder treparme al ómnibus y sentir el viaje hacia aquel mismo lugar que mi madre nos llevaba. En aquel entonces no sabía nada de aviones, los veía cruzar el cielo con desinterés no por su imposibilidad sino porque lo mío eran las terminales de ómnibus. Ahora me ocurre lo mismo en los aeropuertos claro, soy una persona adulta y no puedo tener los fanatismos de cuando chico. Gozo de un par de excentricidades que me lleva a experimentar los aeropuertos de una manera extraordinaria. Además declaro aquí entre nos que viajar sin mi mama y mi hermano resulto ser exitoso. Se me viene el recuerdo la última vez que viaje con ellos, la intransigencia de mi madre versus la rebeldía vengadora de mi juventud, gano mi mama como siempre pero el tiempo no puso a cada quien en su lugar. Fue fácil heredar el modelo de la libertad de mi madre claro ser hombre ayudo pero también fue necesario adquirir características de anglosajon, métodos existencialista fraco-aleman; y claro poder haber ampliado el vale-madrismo chilango que a muchos les da miedo emplear para triunfar de alguna manera u otra. Solamente así podría llevar la visión de mi madre a mas de 38 mil pies de altura y hacerlo transcontinental. Me Salí fuera de contexto practicar no te hace perfecto

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