Saturday, January 1, 2011

El viaje en el vuelo LH457 – Peleas de codos

Siempre hay un trade-off en las decisiones que hacemos, y más siendo mi caso. Mi ultra lujoso asiento 30-i resulto estar situado detrás de una división, así que era reclinable. ¡A diantres! Claro que el pendejo sentado adelante si pudo y cuando decidió tomar la siesta casi destruye a la Chiquita (mi little bullshit computer pues). Mi experiencia en CopaAirlines me ayudo a solventar la situación y dije bueno… eso me pasa por pendejo. Y ni tan pendejo porque el tipo que tenía mi asiento (30-j) desesperado ojeaba las magazines de Duty Free Shopping porque suo Bicha dormía a pulmón abierto cansada de su acoso sexual. ¡Decadencia di macho totalmente! Y bueno además del problema de mi in—reclinable asiento tenía que lidiar con los codos de una niña retardada mental. Claro que después de analizar bien el conflicto de nuestros codos comprendí que la pendeja no era retardada mental sino una niña que estaba entrando a la pubertad. Daba el ancho de jovencita quinceañera, pero ya a las 33 millas de altura la pendeja se entretenía con el Nintendo DS. Juro que pensaba que era una retardada mental porque por mas que empujaba su codo fuera de la area de mi asiento 30-i, lo mantenía firme y no había como hacerle entender que se estaba pasando de lanza… la neta ¡shiale!

Cuando comió su comida especial, porque vegetariana salió, prácticamente me saca las muelas con sus codos. Fue ahí donde comprendi que no era retardada mental sino una chavita de 14 años que no tenia concepto del espacio propio. Le di shampu, pero tuve que empujarla para hiciera mejor de su espacio personal y no del mio. El padre ni se entero, porque la guerra de nuestros codos era a base psychological warfare.

No comments:

Post a Comment